Más de un 60% de estudiantes sufren por su salud mental durante su vida académica
La pandemia ha afectado negativamente a la población en todos los ámbitos, incluida la salud mental, y ha ayudado a visibilizar aún más su importancia. Cerca de 300 estudiantes han pedido ayuda en la Universidad Politécnica de Cataluña, 160 personas más que antes de la pandemia. Pero, ¿qué es exactamente el estrés universitario?
Según la psicóloga Natalia Barberena, el estrés universitario es “una respuesta física que genera el cuerpo ante situaciones amenazantes del medio hacia la persona”, por suerte tiene cura y se puede controlar. La ansiedad, el estrés y la depresión son algunos de los trastornos en el entorno de la psicología que más registros tienen en los centros de salud, sobre todo en la población universitaria. Los estudiantes pueden padecer estos trastornos debido al cambio en sus actividades cotidianas como puede ser el alejarse del núcleo familiar y de los amigos, decidir bien sobre su futuro…
Además, estos jóvenes se someten a ciertas exigencias organizativas y académicas que pueden provocar en él o ella periodos de ansiedad y una perturbación psicosocial que conlleva a un rendimiento menor pero también, hay que sumarle la presión del entorno donde las familias suelen imponer esa autoexigencia que el universitario marca para no fracasar.
Los estudiantes reconocen que sus episodios con mayor ansiedad y/o estrés es en la época de exámenes, aunque durante el curso también combaten con esa batalla. Los motivos principales son los de querer aprobar todo sin dejar ninguna asignatura pendiente y así disfrutar de las vacaciones de verano además de conseguir realizar las entregas en tiempo y forma. Con esto, lo único que consiguen los estudiantes de las universidades es llevar encima una carga académica que les sobrepasa debido a querer hacer todo bien seguido de una frustración de ver que no pueden conseguir los objetivos académicos que quieren o que necesitan.
Por otro lado, ya no solo están los estudiantes que quieren conseguir ciertos objetivos en sus estudios porque no esperan menos de ellos mismos, sino que también existen los perfiles de estudiantes que además de estudiar e ir a la universidad, deben compaginar sus estudios con un trabajo ajeno para poder pagar sus gastos o incluso la matrícula a cursar. Esto les quita la mayoría del tiempo que podrían tener para realizar proyectos o estudiar además de poder descansar la mente.
Los síntomas que los universitarios experimentan son irritabilidad, cansancio, dolor de cabeza, nerviosismo, rigidez muscular y trastornos digestivos. Esto se debe al cambio en su horario, la falta de horas de descanso, la mala alimentación…
Independientemente del origen de la ansiedad de cada alumno, la aparición de esta suele venir acompañada de procesos de desadaptación al entorno más cercano. Por tanto, para prevenir que estudiantes lleguen a niveles altos de ansiedad, las universidades pueden llevar a cabo labores para crear un ambiente de trabajo saludable y cómodo adaptado a las necesidades de cada uno.