Las dos ficciones que reflejan a una Generación Z diversa y confundida
Las tramas de las vidas de instituto siempre han sido un acierto en las producciones audiovisuales. El sexo, las relaciones y los sentimientos han ido evolucionando con el paso de los años y es por eso que una trama adolescente de ahora no tiene nada que ver una de hace 20 años, o al menos, eso dice la ficción.
Con la llegada de las plataformas como Netflix, HBO o Amazon Prime, se han creado espacios muy diversos en lo que respecta a las relaciones de pareja, sobre todo entre jóvenes. Estos dedican mucho tiempo al consumo de series que idealizan una vida adolescente dónde muchos se ven reflejados, de ahí que producciones como Élite (Netflix) hayan alcanzado el éxito para producir 6 temporadas. Sin embargo, cualquier parecido de esta serie con la realidad es pura coincidencia.
El sexo es uno de los temas más tratados en la serie y se representa a través de muchas vertientes como son los tríos, el sexo entre homosexuales y el sexo entre distintas parejas. Los jóvenes, en muchas ocasiones, experimentan e intentan encontrarse a ellos mismos en el tema sexual y amoroso buscando información a través de las series, sintiéndose identificados con los personajes que se representan.
Según la Sociedad Española de Contracepción y el Ministerio de Sanidad, los jóvenes españoles tienen su primera relación sexual a los 17,7 años, y tanto chicos como chicas, comienzan a beber y fumar a los 14. La serie en lo que eso respecta no se aleja de la realidad, sin embargo, ha despertado en la audiencia la pregunta de ¿yo hacía eso con 16 años?, pues es asombroso las fiestas desenfrenadas y los líos amorosos que se pueden ver en la serie. A pesar de ello, es un ejemplo interesante de cómo los jóvenes empatizan con las historias que se narran e incluso llegan a sentirse identificados con algún personaje.
Estas producciones audiovisuales hacen que los adolescentes vean reflejadas sus primeras experiencias en el ámbito amoroso, sexual y, además, se normaliza el uso de drogas para poder conseguirlo. En el caso de la serie de Euphoria (HBO), narra a través de sus protagonistas la angustia y depresión adolescente y como eso lleva al consumo de drogas. Además, la producción estadounidense refleja la violencia de género en los jóvenes, la aceptación del propio cuerpo, la pérdida de la virginidad o el consumo de porno. Todo ello con las vivencias de una adolescente transgénero.
Ambas series se adaptan a las nuevas generaciones y son un espejo de los jóvenes de hoy en día. Asusta ver la importancia que tienen estas producciones en la conducta de los jóvenes pero no hay que olvidar que se trata de ficción y que eso significa que no se intenta reflejar una realidad, sino contar una historia que sea entretenida, aunque ello implique crear personajes con los que sentirse identificado y reflejar una generación llena de preocupaciones e intereses.